Todo tiene un final apropiado
lo que empieza de manera casual
acaba de modo premeditado
sin considerar el azar
viernes, 15 de febrero de 2013
viernes, 18 de enero de 2013
Nada.
Una triste casualidad nos hizo encontrarnos. Cuando volteé a mirarte sonreíste como en esas películas que vimos encerrados en tu habitación. Tus ojos de color tornasol me preguntaron sobre dichas y fracasos. Yo, sin embargo, abrí la boca y no recuerdo haber dicho algo, o quizás si lo hice pero no significaba nada, eran palabras lerdas y tan vacías como lo que quedo de nuestra relación. Como en la película Annie Hall pensaba en otras cosas, en que estabas hermosa, igual o mejor que antes, radiante. En te veías feliz. Me sentí como un tonto al despedirme de manera forzada. Más tarde me alegre, recordé las horas que gastamos juntos y esas tardes durmiendo bajo una palmera, con el sol abrigándonos, secándonos. Entendí que aunque no te hubiera conocido tan solo cinco minutos, aunque no hubiera escrito en tinta en la historia de mi vida el paso avasallador de tu voz temblorosa y tus manos finas. Pese a que todo se acabó en un parpadeo, ya vale la pena haberlo vivido. Haber alguna vez andado de la mano, besado en algún muelle y tomado una fotografía, con una mujer como tú.
domingo, 2 de septiembre de 2012
La época
Cuando
veo todo aquello que creo que me importa, pierde absoluta validez cuando es
apuntado con la luz de tu verdad. Palidecen las alegrías y las horas marchan
inexorables en tragedia. Niña, si me pongo así es porque también soy un ser
humano, ni mejor ni peor que otros de mi especie. Niña, si me pongo así, espero
que sea por la época.
25.10.2010
jueves, 16 de agosto de 2012
Tu fotografía sonriente me hizo temblar
me quedo corto de palabras
cuando quisiera gritar tantas cosas
pero solo el tiempo dirá cuando
llegue el momento de dar vueltas las cartas.
quisiera no tener que hacer esto
pero aun temo por mi ego herido
por mis propias promesas y mentiras
por mi acostumbrada presencia solitaria.
quisiera decir tantas cosas
pero mi instinto me dice que me proteja
instinto traicionero, instinto ciego
mirada de alegría contra la mía.
sábado, 11 de agosto de 2012
Apuntes de un viernes por la noche
Hoy las puertas de los asilos y los infiernos se han abierto de par en par para dar paso a la comedia. El frenesí de las notas y compases que recorren las venas de criaturas que, como nosotros, por una noche se olvidan de todo lo demás.
jueves, 9 de agosto de 2012
domingo, 5 de agosto de 2012
Carta a la Golondrina
Tú mensaje provoco una gran
sorpresa en mi. Hacia ya varios días que no tenia noticias de ti. Imagine que
seria otro de aquellos donde me mandas saludos o me cuentas que estas en algún
lugar maravilloso, viviendo alguna de tus increíbles aventuras llenas de
personajes cada uno más extraño que el anterior. Te vi, como muchas veces he
imaginado, en algún bosque impregnándote con ese misticismo natural que tanto
te gusta (y que no comparto). Sonrió mi suerte al saber que me recordaste. Pero
fue una alegría tan breve como mi fortuna. Tú mensaje era críptico, urgente y
desconcertante. Mi mente me llevo entonces a ti, tan sola en este momento en
que necesitas afecto y consuelo. Si fuera más valiente o bruto, quizás me arriesgaría
a cortar tus alas y encerrarte en la hermosa jaula que tengo para ti. Se que no
me esta permitido, que estas constantemente con el vuelo emprendido y
sobretodo, sufriendo.
Cuando recibí tu mensaje viví
muchas emociones. Quisiera abrazarte, besarte y mentirte diciendo que todo va a
estar bien. Pero no soy quien para mentir así. En este momento podría
escribirte mil cartas sobre el amor. Podría derrumbar mi castillo de creencias,
todos mis paradigmas. Viajar físicamente hasta donde estas y efectivamente
tocar tu cara con mis manos, sintiendo tus mejillas, rozando tus labios. Acaso
me esfuerce más que nunca en mi vida. Sin embargo no podría, incluso así, estar
más lejos de ti.
R.
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